miércoles, 30 de marzo de 2016

Práctica 4: La visita domiciliaria



En la práctica del día 22 de marzo, vimos un documental en el que una entrevistadora hacía visitas domiciliarias a distintas casas y les hacía entrevistas a las personas que vivían en cada una. La entrevistadora se llama Patricia, y nosotros nos vamos a centran en la visita que le hace a Josefa.
Lo primero que se puede observar en el vídeo de Josefa es el barrio en el que se encuentra la vivienda, el barrio de San Pablo, también llamado el Gancho, es un barrio humilde, destaca por su multiculturalidad y los elementos más comunes que se pueden encontrar en las calles en las que trascurre la secuencia son personas mayores, niños jugando por la calle y algún que otro coche de la policía.
Patricia entra a la vivienda presentándose, diciendo quién es y advierte que no van a tocar nada y no le van a dar ningún mal, todo esto sucede en la entrada de la casa. El piso no se ve muy grande, desde la puerta se aprecian dos cuartos, uno en el que debe estar el comedor y la cocina, y en el otro la habitación.
La entrevista transcurre en el sofá de Josefa, Patricia le empieza preguntando por el baño de la casa, si tiene ducha, agua caliente etc. Josefa le responde que no tiene baño, simplemente un váter y un lavabo. Cuenta que le pusieron un plato de ducha, advierte de que lo debieron de coger en algún contenedor porque no tiene ni grifo, ni puerta. Por lo que le va diciendo a la entrevistadora da a entender que la casa no la tiene en propiedad sino que vive en un piso de alquiler.
 También le cuenta que con una olla grande se calienta agua y con eso es suficiente para ducharse, Patricia le pregunta que porque no se pone agua caliente y ella le contesta que si no se puso nuevas instalaciones con su marido, para que se las va a poner ahora que él ya no está.
Josefa le cuenta a Patricia que un día soñó con su marido, ella venia de hacer la compra y estaba su marido en la cama como cuando estaba bien, también le habla sobre los programas donde  buscan parejas tanto hombres como mujeres, no ve normal que una mujer viuda busque pareja a los dos días.
Las barreras para entrar o salir de la casa no se pueden apreciar en ningún momento de la entrevista, suponemos que al ser pisos viejos lo más probable es que no cuente con ascensor para poder facilitarle la movilidad a Josefa.
Los profesionales que se encargan de hacer la entrevista deberían hacer preguntas más abiertas, no hacer juicios de valor, evitar hacer batería de preguntas e ir de lo general a lo particular. En muchas ocasiones, Josefa casi no habla porque Patricia le hace muchas preguntas y debería dejar hablar más a Josefa.

Algunas propuestas que se nos ocurren para mejorar y facilitar la vida de Josefa sería proporcionarle las necesidades básicas de una casa como son un baño en condiciones, calefacción, agua caliente para poder asearse, también debería ir de vez en cuando una persona cualificada para cuidar a Josefa y así estar controlada sin necesidad de vigilarla. Además, si el edificio no consta de ascensor habría que proponer algún método para facilitar la movilidad de Josefa. 


Práctica 3: Las fases de la entrevista

El pasado 15 de marzo, en la asignatura de Habilidades de la comunicación en el Trabajo social, asistimos a otra sesión en la que tuvimos que hacer e interpretar una entrevista (uno interpretaba el papel del profesional y otro el del usuario). En la entrevista tenían que quedar claras las fases de recepción o acogida, la fase de exploración, la fase de intercambio o clarificación y la fase final o cierre. El objetivo principal fue adquirir herramientas necesarias para saber reaccionar ante distintas reacciones de nuestros futuros usuarios.

En la sesión salieron 4 parejas a interpretar sus entrevistas, de las cuales una fue de nuestro grupo. Aquí podéis observar a nuestras componentes.

El dialogo trataba de una consulta entre una trabajadora social y su usuario, una pobre chica desesperada y nerviosa a la que le iban a quitar la casa. La profesional, situada a la izquierda de la foto, intenta calmarla y escucharla en todo lo que le dice. Al ver que la profesional le apoya, se queda mas tranquila, pues se siente mas protegida. La profesional toma nota de todo para poner medidas a la situación mientras le asegura que va a ser ayudada en todo momento. Mientras la profesional le va explicando su plan, la usuario se va quedando cada vez mas tranquila. Al final del dialogo conciertan otra cita lo mas pronto posible para solucionar el problema.

Al final de cada entrevista el profesor nos va corrigiendo los fallos y nos aconseja sobre que seria mejor o peor hacer para así ir cogiendo práctica y aprender conceptos, reacciones, situaciones etc. para nuestro futuro profesional.


  


lunes, 14 de marzo de 2016

Práctica 2: Yo como usuario/a


En la pasada clase práctica de la asignatura de Habilidades de comunicación en el Trabajo Social del día 8 de marzo asistimos a una sesión en la que el objetivo principal era realizar un ejercicio de reflexión acerca de alguna situación personal pasada en la que nosotros mismos reconociéramos que teníamos un problema y que intentamos solucionarlo, para contar al resto de los compañeros si queríamos voluntariamente, como nos sentimos en esas diversas situaciones, como nos ayudaron, y si existía algún tipo de ayuda profesional valorar qué nos aporto para poder superar nuestros problemas.

A lo largo de la sesión varios compañeros compartieron sus experiencias al resto de la clase en un ambiente de escucha y respeto.

A continuación vamos a exponer tres historias de los miembros de nuestro grupo:

1era Historia:
En tercero de la E.S.O sufrí un ataque de ansiedad, pero yo no lo sabía ya que era la primera vez que me pasaba. Me sentí muy mal ante esta situación ya que me costaba contarles las cosas a mis padres, pero ellos me ayudaron, actuaron por mi y recibí la ayuda de un profesional, algo que me vino muy bien, encontrándome muy a gusto con su trato cercano pero a la vez profesional y que me ayudo a solucionar este problema.

2a Historia:
Cuando me fastidié el tobillo, me sentí impotente, negando la situación para proteger mí autoestima pero resulto ser una fractura y tuve que acabar acudiendo al médico aunque me costaba aceptar tener que pedir ayuda y no quería ser una carga para nadie.
Cuando mi familia, amigos me ayudaban lo que más me dolía era la pena que mostraban por mí, además de que para mí fue duro perderme clases así como dejar de ir a trabajar, sentía que por un error muchas cosas me estaban saliendo mal. Lo que más me gusto fue la gente que me ayudo y trato como si estuviera como siempre y no los que me mostraron una ayuda tan fraternal ante la situación.

3a Historia:
Tengo asma, una enfermedad que implica falta de aire ante alguna tipo de esfuerzo o en situaciones como una alergia o un enfriado se ve agravada. En esta ocasión llevaba unos días enfriada y notaba la falta de aire pero no le di importancia al ser como siempre, pero en este caso no podía casi ni hablar y ni siquiera fui capaz de hacer caso a mi madre e ir al médico esa tarde, algo que pague caro ya que por la noche ante la necesidad de oxígeno tuvimos que ir corriendo a urgencias donde me desplomé y me desperté ya con los goteros y con una enfermera a mi lado.
Con respecto a la actitud de mi madre cuando le pedí ayuda no me gustó que me reprochara la situación y sus continuos “teníamos que haber ido antes
Esto en mi caso me hizo reflexionar acerca de lo difícil que nos resulta a veces pedir ayuda





Muchas veces nos negamos a pedir ayuda y en ocasiones, aunque nos la ofrezcan, no queremos aceptarla porque sentimos que somos personas autosuficientes  y pensamos que el  tener que recurrir a otras personas nos hace más débiles y vulnerables, pero lo cierto es que es algo natural, todos necesitamos de otros en nuestras vidas. Y es por ello por lo que no debemos sentir vergüenza ni ningún tipo de reparo  en hacerlo.

Y respecto a la persona que da la ayuda, ya que a todos nos va tocar hacerlo, debemos reforzar esta  conducta , haciendo que la otra persona se sienta cómoda y haciéndole entender que ha hecho bien pidiéndonos ayuda.


jueves, 3 de marzo de 2016

Práctica 1. Perder el miedo a arriesgarse

       Para aprender el arte de comunicar, el pasado martes tuvimos el placer de asistir a una entretenida dinámica a cargo de Xuso", un hombre con talentos múltiples entre los que destaca la improvisación y la fotografía.
Utilizó para la dinámica unos cubos gigantes con palabras escritas en cada lado con el fin de explicar diferentes conceptos importantes en la comunicación.

       Con el primer cubo nos trató de mostrar la teoría de la creatividad, cuyos valores eran los siguientes.
La constancia, es un valor fundamental para cualquier habilidad que se desee adquirir. Pero  no se debe olvidar a la pasión, la cual es necesaria para mantener la constancia. Un ejemplo que Xuso nos dió para entenderlo es el aprendizaje de una lengua, ya que para adquirir tales conocimientos, es muy necesaria la constancia, pero si no tienes pasión por ello, no tienes el interés suficiente para mantener la constancia. 
Otro pilar de dicha teoría es la técnica, la cual se adquiere con otro valor importante que es el de perder el miedo a arriesgarse. Por último es necesario saber "si es tu elemento".
El siguiente cubo aparecían conceptos como: equivocarse fuerte, pasarlo bien, aceptar si y además, entre otros, que más tarde comprendimos en la parte interactiva de la sesión.

      La primera actividad interactiva que realizamos fue responder a tres preguntas: ¿Eres comunicativo?¿Cuánto comunicativo eres del 1 al 10?¿Qué es lo que te impide ser más comunicativo? . Tras esta actividad Xuso nos explicó que  hasta los que creían que no eran comunicativos, estaban equivocados, puesto que es imposible no ser comunicativo, ya que no solo comunicamos con las palabras sino que también lo hacemos con el lenguaje no verbal.  De tal forma que no son necesarias las palabras para transmitir un mensaje.

           Después  nos hizo ponernos en pie y caminar sin hablar, para demostrar cómo somos capaces de transmitir tan solo con la mirada. Nos pidió que cerraramos los ojos e hizo preguntas que nos ayudaron a comprender los anteriores conceptos. 
Una pregunta que nos hizo fue: "¿de que color son mis gafas?", a lo que todos respondimos: azules. Pero cuando alguien respondió:  "azules  y sin patilla", Xuso agradeció esa intervención,  y la aprovechó  para darnos a entender la importancia de "ir más allá" haciendo alusión al concepto "aceptar si y además" que nos explicó anteriormente.
Con otra pregunta retomó el concepto de "equivocarse fuerte", enseñándonos que equivocarte y aceptarlo es parte del proceso.
Otro aprendizaje que hicimos con esta actividad fue darnos cuenta de que aunque éramos libres para movernos, casi siempre acabamos juntandonos con nuestros amigos. Esto se debe a que sin darnos cuenta buscamos el grupo para encontrar seguridad.

     A continuación cuatro voluntarios se dispusieron frente a nosotros y Xuso nos pidió que aplaudiéramos a unos y abucheáramos a otros.  Una compañera se negó a abuchear y Xuso aprovechó para explicar  lo importante que es saber aceptar la crítica.

        Uno de los miedos más comunes al hablar en público es a "hacer el ridículo". Xuso nos explicó que cuando hablas en público no haces el ridículo sino que es el contexto el que ridiculiza, de manera que el público es también sujeto activo  y que ridiculizar es solo una manera de interpretarlo.

      Xuso logró captar la atención del grupo de forma que no tuvimos tiempo de tomar siquiera apuntes, por lo tanto no os  hemos podido transmitir de manera integral toda la sesión. Además, consideramos que una entrada demasiado larga podría dejar de captar vuestra atención.




Buenas tardes,
 Miniblogger, Minibloggera, Laextranjera, Racho y Lama.